La riqueza de Islandia

Hace seis años que vine a Islandia. Entonces era uno de los países con la mejor calidad de vida del mundo y, además, uno de los más caros. Aquella vez me impresionó muchísimo esta sociedad y hoy me vuelve a dejar sin habla.

A algunos les suena Islandia por Björk o por Sigur Ross y desde hace unos años por Emiliana Torrini. Es una isla entre Inglaterra y Groenlandia donde viven 300.000 personas. Su economía es primario exportadora (el bacalao) y les sobran agua que da gusto. Al igual que en Chile, tienen muchas aguas termales y los geyser están a patadas; de hecho, la palabra es islandesa. Han aprovechado la energía geotérmica para calefaccionar los hogares y la ducha huele a azufre.

Escribo esta columna en un insolente día de verano con una luz que no se irá jamás hasta que llegue el otoño. Estoy en la cafetería de una de las decenas de librerías esparcidas en el enano centro de la Reykjavic que no llega a ser ni medio Parque Arauco. Sigue siendo casi igual pero veo, eso sí, un acento ansioso hacia el turismo que antes no existía.

Helga, mi histórica amiga islandesa ha regresado a su país natal después de la devastadora crisis económica que llevó a la nación a la banca rota.

Desde que vine a verla en 2004, ella ha vivido en Barcelona, Grecia, París, Tarragona y Edimburgo. Es lingüista y debido a la inmensa industria editorial de un país tremendamente lector, siempre está traduciendo libros. Decidió volver a su país cuando estaba en llamas. “¿Por qué?”, le pregunté. Mal que mal la conducta es a la inversa, la gente sale en estampida cuando se hunde el barco. Es difícil olvidar la marea de argentinos heridos por el corralito.

Helga, que es muy sabia, me dijo: “Me fui de Islandia cuando la gente lo único que hacía era hablar de inversiones, créditos, dinero, hipotecas y negocios. Era un agobio. Todo era gastar y gastar. Quise volver porque ahora la gente habla de ayudarse, de compartir y se pregunta cómo está, por lo mismo se ha vuelto increíblemente creativa”.

Su frase la constato al perderme por estas calles con edificios iguales a los de Valparaíso o Castro, casonas de madera, con sus dos o tres pisos chapados de planchas de metal. Hay diseño, cafés, galerías y una explosión de industrias creativas que  iré narrando desde ahora hasta que me vaya.

La frase en una camiseta ilustrada por la fumarola del volcán que inmovilizó Europa hace unos meses lo resume todo: “No te metas con Islandia. Podremos no tener dinero pero tenemos cenizas”.

Les dejo esta maravillosa promoción de la oficina de turismo de la ciudad que habla mucho de la creatividad de esta isla. La música es de Emiliana Torrini y el propósito fue despejar el pánico desatado tras las fumarolas del volcán. Es por ello que incluyen desde turistas hasta pescadores:

el rojo de la roja

Se acabó el mundial y hay un récord de nuestra Roja que no sé si luego los “especialistas” y los fans evaluarán o revisarán. No es por ser aguafiestas, pero todo parece indicar que Chile, con sus cuatro partidos a cuestas, se ubica en el nº1 de los países más fauleros del Mundo.

¿Es tema esto en Chile? No soy futbolera pero reconozco en este deporte un valor inmenso en la sociedad y en el sentimiento colectivo. Creo que los futbolistas son los héroes modernos para gran parte de los niños. Por ello creo que, entre tanta algarabía y patrioterismo, conviene ponernos a a pensar en qué se está enseñando a los más vulnerables en una plataforma tan importante.

“Lo irritante es que Zidane es el héroe de los niños”, me dijo la madre de un chico francés  de 8 años tras el cabezazo que el capitán de la selección gala estampo en Materazzi durante la final del 2006. Por aquellos días, muchos medios explicaban las razones de Zidane: que el italiano le había sacado la madre, que era un hinchapelotas, entrevistaban a jugadores que daban fe de lo infeliz de Materazzi y bla bla bla.

Cuatro años después, Holanda se despacha 9 tarjetas amarillas y una roja hasta con patadas en el pecho ante el partido más visto del mundial. Me pregunto si eso fue un tema dentro de Holanda, un país ejemplar en tolerancia y diálogo. Mal que mal su selección nacional es tan representante del país como lo es un embajador.

Vuelvo a nuestra selección, la tan vitoreada y alabada y glorificada Roja. Si bien la ilusión y el sentimiento colectivo que logró imponer entre los chilenos, además de una calidad de juego increíbles en relación a otros años, fue vergonzoso ver lo fauleros que eran nuestros jugadores. Deliberadamente fauleros. Editorialmente cochinos. 82 faltas en 4 partidos (dentro de los 5 peores). ¡15 tarjetas amarillas en 4 partidos que nos ubican por debajo de Holanda que jugó 7 (y se despachó 24)!.

Hablamos de gente que gana mucha plata por representar a un país y lo hace tanto o más que un embajador al que le cuesta el cargo si se sale de madre.

¿Cómo le explico a un niño que hacer trampas está mal si todo el país se rinde, se ciega y mira para el lado ante una cosa tan evidente como condenable? ¿Vale tanta alegría aunque las maneras hayan sido esas, que el juego sucio haya sido la estrategia?  No puedo creer que así es el fútbol o que los árbitros eran saqueros. Las imágenes hablan más que las tarjetas concedidas. ¿Alguien habla de eso en Chile? ¿Lo condenan los periodistas, los políticos o los agobiantes rostros que empapelan el país?

Habituados a condenar a las barras bravas, es hora de pasar a los jugadores y a los DT que les impulsan a ello. A mi juicio, el poder de un futbolista y de un entrenador, revisten infinita importancia educacional como para dejar que los millones, el fanatismo y la tontera se impongan ante algo a todas luces condenable.

La obrera del porno saca nuevo libro

 

MADRID / MAYA HANSEN

Erika Lust es una encantadora sueca de 33 años, madre de dos niños, que vive en Barcelona y se dedica al porno, pero no a cualquiera sino que al porno para chicas. La primera vez que supe de ella fue por la publicación de su libro X, PORNO PARA MUJERES, una publicación que dice mucho de su mirada frente al erotismo y la sexualidad. En 220 páginas, Lust conduce a la lectora por la historia del género, la guía sobre buen cine porno femenino y feminista, donde comprarlo o verlo online, además de otros “subgéneros que nos pueden atraer más”.

Tras eso me enteré que además era directora de cine porno, con varios títulos a su haber.

También publicó Love me like you hate me, traducido al castellano como Deséame como si me odiaras. Y ahora acaba de desembarcar con La Biblia Erótica de Europa, una completa guía instructiva sobre cómo, qué y donde en el viejo continente.

Pero mejor que ella lo explique:

¿Alguna religión?
No practico ninguna religión, sólo la Lujuria :)

¿Cuándo empezó tu interés por el porno y lo sexual como un mensaje articulado?

A mí me pasó como a la mayoría de las mujeres: cuando vi porno por primera vez, pienso que debía de tener 15 o 16 años, y no fue amor a primera vista, ni mucho menos. Evidentemente había algo en las imágenes que me excitaba pero también muchas cosas que me molestaban. No me sentía identificada en esas películas: ni mi estilo de vida, ni mis valores, ni mi sexualidad aparecían por ninguna parte.

No estaba retratado el placer femenino, y la mujer sólo aparecía para complacer a los hombres. Las situaciones sexuales que me planteaban me parecían ridículas, todas basadas en fantasías masculinas machistas: la chica entra a la habitación y descubre a su chico con su mejor amiga, y en vez de enfadarse, ¡decide que lo mejor es unirse a la fiesta! Yo estaba trabajando en audiovisual (cine y publicidad) como asistente de producción y location manager, y quería pasar a dirigir. Me propuse hacer un corto que demostrar que otro cine adulto era posible y a partir de ahí empezó mi carrera y mi empresa Lust Films of Barcelona .

¿De qué se trata este último libro?

Es una guía que recorre sitios de todo tipo relacionados con el sexo y el erotismo en Europa.

¿Te inspiraste en algo en concreto?

Mi única inspiración es que esta guía nunca había sido hecha, y me pareció una buena idea que gustaría a la gente.

¿Por qué y cómo se te ocurrió esa idea?

Pensé que mucha gente desconoce la enorme variedad de sitios alrededor del erotismo que hay en Europa: clubs, fiestas, tiendas, muebles, diseñadores industriales y de lencería, joyas eróticas….

¿Cómo está organizado y con qué criterios elegiste o descartaste información?

Está organizado por zonas de Europa y por ciudades, y la selección es totalmente subjetiva. Yo he hecho una lista de lo que a mí me gusta y me seduce, intentando siempre que sean sitios con cierto toque de originalidad e innovación.

¿Intentaste buscar equilibrios por países o fue otro criterio el que primó?

Primó listar los sitios interesantes allí donde están: hay mucho más erotismo y sensualidad en Londres o París, y muchos más sitios listados, y ninguno en ciudades aburridas como Estrasburgo o Manheim. :)

Tienen un apoyo on line y colaborativo ¿no? ¿cómo ha sido la respuesta?

Eroticbibletoeurope.com es un proyecto ambicioso que pronto lanzará su versión 2.0. Invito a todos a visitarlo y participar. Además a final de 2010 lanzamos una aplicación para iphone, iPad y Android !

¿Qué cosas te llamaron más la atención?

Algunos de mis favoritos son la cama Jailhousefuck, los papeles de pared eróticos de Dupenny, o el club fetish Equipage.

Entiendo que lo vendes online, ¿es sólo para territorio europeo?

El libro esta a la venta en store.lustfilms.com desde donde enviamos a todo el mundo, y pronto habrá edición electrónica.

¿En qué proyectos estás ahora?

Preparando mi próxima película: SIX FEMALE VOICES

¿Te gustaría agregar alguna cosa?

Que quiero que los chilenos que lean esto me sigan en Facebook o Twitter, ¡así estaré mas cerca de ellos !

Aquí el making off the Love Life Lust

Cómo vivir sin publicidad

¿Te agobia ver la ciudad tapizada de publicidad? ¿Es necesaria tanta? ¿No están violentando un derecho humano a la hora de envolver el espacio público con propaganda? Las cosas que he visto en el metro de Santiago, tapizado con la promoción de un sólo producto -por dentro y por fuera-, es algo que difícilmente olvidaré. O como cuando una Universidad privada se tomó todos los peldaños de una estación de metro. O una pasta de dientes ¡el paso cebra!.

¿Es imposible siquiera pensar que podemos eliminarla o al menos, minimizarla? Eres de los que cree, como dijo un diario alemán que esto es “una nueva forma de dictadura que nadie puede escapar” En Brasil, tan tercermundista y lleno de problemas sociales mayores que en Chile, la ciudad de Sao Paulo, con más de 11 millones de habitantes, disfruta de un cotidiano sin publicidad en las calles desde ha unos años. Y han dejado las paletas en una discreto In Memoriam.

Según un artículo del New York Times, cada citadino ve 5 mil avisos publicitarios diarios. Según una entrevista al investigador publicitario Martin Lindstrom en La Vanguardia, al final de sus vidas, cada occidental habrá visto por lo menos 2 millones. No me dan los números pero ambas cifras son agobiantes.

A continuación dos grades proyectos artísticos que hablan de los mismo: Kaapital y The Advertiser (este es el que chifla).

Los artistas Ton Meijdam, Thom Snels y Béla Zsigmond hicieron la siguiente animación para el Museo De Beyerd, museo holandés para el diseño gráfico. Kaapital se llama la obra y la describen como una impresión a la enorme cantidad de publicidad a la que estamos sometidos en este prototipo de ciudad holandesa.

El segundo trabajo artístico está fantásticamente explicado en esta conferencia que dio en TED el genial artista neozelandés Julian Oliver, pero aún no está subtitulada al castellano.

Julian Oliver – TEDxRotterdam 2010 from TEDxRotterdam on Vimeo.

Se llama The Advertizer y es un dispositivo, como unos binoculares, que convierten los avisos de publicidad de la calle EN OBRAS DE ARTE.

Es sencillamente una maravilla. Un trabajo de arte digital que mejora la calidad de vida, que estimula la creatividad y que convierte la calle en una galería de arte digital.

Ah, y el código ya lo han liberado y está a disposición de la comunidad.

A falta de políticos con coraje, grandes son los creadores.

La ternura como imperativo

Hay gente manifiestamente tierna y habemos otros que no. Hay gente que le encanta hablar en dulce y a otros que nos carga. En general hay lenguajes paralelos para ambos pero hay terrenos donde uno domina el otro.

Ahí está el de la maternidad, con sus kilos de letras escritas sobre miel. Imagino que para muchas les va bien. Pero he podido comprobar que no soy la única que le repatea la literatura maternal donde se habla de “bracitos”, “tu guatita”, “tu nenito” y el moniguiento “consejos de mami a mami”.

A mí me van más los sitios en inglés donde me hablan de “it”, con todo el respeto del mundo, pero con un artículo neutro, sin florituras que para baboseos estoy yo.

De más está decir que las españolas, catalanas y vascas son muuuucho más secas que las latinoamericanas. Comparada con las ibéricas yo soy melcocha, pero de paso por mi patria me dan tiritones la dictadura de la ternura y lo rodeos dulces. Me he acostumbrado al pan-pan vino-vino de por aquí.

Mi amiga O, que me tiene prometido un libro de madres punks, me ha recomendado un artículo llamado Tres cosas que nadie te cuenta cuando vas a ser madre muy honesto sobre cosas pencas post parto que nadie te cuenta entre tantas flores y violines.

Aquí una perla: SANGRARÁS COMO UN CERDO

Arte dulce y macabro

Preparando mi próximo viaje a Islandia, me metí a la web del museo Nordic House para ver- literalmente- qué se tejía por ahí. Y me enteré que justo antes de mi llegada se termina una exposición sobre arte tejido, bordado o a crochet. Un tipo de expresión que a mí me chala.
Comencé a mirar los trabajos que no veré  y, además de toparme con cosas que ya había visto, vi un trabajo que me sorprendió mucho tanto por su destreza como por su ironía.

Se trata de Patricia Waller, una artistas alemana, residente en Berlín y nacida…¿adivinen dónde? Pues sí, en Chile.

¿Cuál es tu vínculo con Chile?
Pasé los primeros 6 años de mi vida en Santiago de Chile, y mi hermano aún vive allí pero queda muy lejos para ir a menudo.

¿Cuándo aprendiste a tejer?
Gran parte de mi trabajo es a crochet, no tejido. Mi primer ‘trabajo’ fue un paño para el horno que nos hicieron hacer en el colegio. Tenía 9 años y me quedó tan feo que mi mamá lo tiró a la basura. Así que, como puedes ver, mi técnica ha mejorado un poco. Fue aprender haciendo. La idea de hacer mis trabajos en crochet se me ocurrió en la etapa final de mis estudios de escultura en la Academia de Bellas Artesen Karlsruhe, Alemania. Buscaba materiales que no establecidos en el mundo del arte como la madera, el yeso o el metal.

 

Tu trabajo no es solo un objeto sino que toda una escena. Cuál es el proceso que sigues hasta alcanzarla o ya lo sabes desde el comienzo?
El hecho que puede hacer en crochet todo lo que quiera hace que necesariamente tome decisiones. Trabajo sobre campos sociales como la religión, la familia, la medicina, la tecnología, la investigación y la cultura. En los trabajo juego con varios temas que usualmente preferimos ignorar: miedo a envejecer, a la enfermedad, la fragilidad, sensaciones rara vez, ansiedades apenas conciliadas con sensaciones, fobias irracionales, deseos peligrosos. Los animales tiernos son revelados, de cerca, como unos freaks.

Desde hace algunos años ha habido todo un resurgimiento del tejido como forma artística y una gran generación de mujeres tras ésta. ¿Qué opinas de este movimiento?
Creo que estamos poniéndonos más interesadas en la individualidad y en la habilidad de crear algo con nuestras propias manos. Tanto el tejido como el crochet permiten crear algo individual que provoca nuestra imaginación y fantasía, y ambas cosas parecen ser más importantes para nosotras. Si las mujeres artistas trabajan con esto deliberadamente, reflejamos nuestra situación en el arte, la cultura y la sociedad.

Tienes un arte con mucho humor negro. Todas tus figuras están sufriendo o sangrando mientras que al mismo tiempo son tiernas y reconocibles dentro de la cultura pop. ¿Por qué? ¿De dónde sacas la inspiración?
Del día a día. El humor con el que trabajo es, claramente, uno oscuro. Temas macabros o mordaces son envueltos en trabajo de crochet. En un tono irónico de subversión mezclo lo absurdo con los bizarro, observaciones cuidadosas de la vida diaria y un interés en la humanidad para crear estas diferentes fases de mi trabajo. Uso a los personajes de los dibujos animados porque funcionan en gran parte del mundo, todos los reconocen inmediatamente. Trabajo con temas relativos al modo a cómo la sociedad se relaciona con las distintas formas de violencia y la creciente aceptación de la brutalidad. En mis trabajos hay casi siempre mucha sangre. La sangre en esta manera exagerada y bizarra, se plantea en contraste con el material. Para mí, la sangre en mi trabajo es también un símbolo de nuestra debilidad, nuestra vulnerabilidad y nuestra impotencia frente al destino.

¿Cuánto tardas en terminar una pieza?
Como puedes ver, todos mis trabajos don hechos a mano y tardo meses en acabarlos. Muchas piezas son muy difíciles de crear, como por ejemplo Miss Piggy, ella tiene más de un metro y medio de altura. En tiempos de producción en masa, parece una paradoja producir algo manualmente, una artesanía. A través de estos procesos cuestiono el valor de lo hecho a mano.

¿Qué estás haciendo ahora?
Trabajo en una serie llamada “héroes rotos”. Superman, El hombre Araña… aún no se ha derramado suficiente sangre en mi trabajo…

Piérdanse en su web que es alucinante.

¡Qué se pudran los autos!

Este fin de semana será el día del Padre y el mío fue fundador y presidente de los Automovilistas Unidos de Chile. Como él me enseñó desde mi más tierna infancia a cuestionar y rebelarme contra todo lo que huela mal, este post va contra los autos. No contra él.

Pues si hay algo que realmente cambia la calidad de vida de una ciudad, es cuando las calles son caminables, pedaleables y transitables y en calma. Con la marea de autos y micros que hay en Stgo. todo lo pedaleable y lo caminable agarra dimensiones heroicas. Recuerdo que cuando estaba en la univerisad, me iba en bicicleta desde La Reina hasta la calle Ejército y era un ejercicio de sobrevivencia. Realmente suicida. Las cosas han cambiado en la capital, hay más ciclovías, más gente en bici, más movimientos de gente probicis. Pero sigue siendo un lugar hostil.

Aquí en Europa hay un movimiento derechamente activista y se llama Reclaime The Streets (Recupera las Calles) .
Nació a comienzos de los 90 en Inglaterra y definen sus acciones como no violentas y temporales. La idea es recuperar un espacio público por un determinado tiempo, cortando una calle, una autopista o una rotonda y montar una fiesta hasta que lleguen los pacos. El principio básico es que todo está determinado para y por los vehículos y es por ellos que en sus acciones “liberan” o “recuperan” el espacio dominado por los motores. Generalmente sus acciones devienen en batucadas o raves.

Según Wikipedia, el movimiento se ha extendido a EEUU, Austrialia y África y en muchos lugares las acciones han tomado forma de huelgas legales.

Independiente de lo inviable de sus acciones y de lo poco propositivas, el acto mismo de asumir que el espacio público está siendo ocupado por algo (en este caso, los autos) pero no por ello le pertenece, me parece particularmente liberador. Nunca olvidaré aquel paro de micros, Santiago era una delicia.

En la web se pueden ver muchos documentales acerca del movimiento.

 

Frida: la fuerza, el pincel y el desgarro

Acampaban en las calles de Berlín. Dormían fuera del Museo Martin Gropius y llegaron a esperar hasta 5 horas para poder entrar a la exposición. El fenómeno cultural acaba de terminar en la capital alemana tras el fin de la mayor retrospectiva de Frida Kahlo que se celebara jamás en esa cuidad.

Los organizadores no podían creerlo, 235 mil visitantes congregó la exposición que empezara en el DF Mexicano hace dos años, para conmerar el centenario del nacimiento de la gran artista mexicana (1907-1954).

Todo se ha dicho de su vida, que sufrió la polio de niña, que de adolescente un accidente de tráfico la postraría por un año y la dejaría con secuelas de por vida. Que de ese retiro obligatorio nació su pintura, su mundo imposible y ella como objeto único, como el ser que más conocía y con quien más se relacionaría durante esas largas jornadas de soledad y dolor enyesado hasta el cuello. Su primer autoretrato nacería durante la convalencencia. Tenía 19 años. Sería la primera pincelada de una pintura única, donde el sufrimiento, la pasión por vivir y el desgarro quedarían plasmados bajo su prisma.

Conoció a la bestia del arte mexicano, la gran estrella del partido comunista, el muralista Diego Ribera. 20 años mayor que ella, mujeriego, encantador y separado. El flechazo fue inmediato y formarían una de las parejas más fascinantes de la historia del arte y de aquel México maravilloso.

Se amaron intensamente, se engañaron y se celeron como sólo ellos. Los amantes de Frida tienen tintes novelescos como Trotsky en su exilio azteca. Diego tolera mejor que lo engañe con mujeres que con hombres. Diego se corona liándose con la hermana de Frida. Llega el divorcio pero se vuelven a casar al año siguiente.

La pintura de Frida encalndila a los surrealistas. El líder de este movimiento, Andre Bretón aterriza en México, alucina con su obra y escribe el prefacio del catálogo de la exitosa exhibición de Kahlo en Nueva York. Le ofrece exponer en París y que él la organiza. Cuando Frida llega a Francia, sin hablar francés, se da cuenta que Breton ni siquiera ha ido a buscar los cuadros a la aduana. Marcel Duchamp mediante, logran montar una muestra con 4 meses de retraso y relativo éxito. De este capítulo Frida dirá: “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”.

Los dolores se intensifican. Su cuerpo ya no puede soportar más operaciones. 32 a lo largo de su vida. Corsés especiales y otros aparatos. Se le gangrena una pierna y se la tienen que amputar y justo llega el gran reconocimiento en su México natal, una exposición en solitario. Nadie cree que ella pueda asistir ya que su salud empeora. Pero Frida se impone. Manda a instalar su alucinante cama decorada, llega en ambulancia y en camilla la instalan en su lecho.

Al año siguiente, el 1954, Frida escribe en su diario: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”. Muere durmiendo en la cama que le enseñó a pintar.

200 años de lágrimas y abrazos

Ayer tiene que haber sido el domingo más emocionante del que muchos tengamos memoria. “Estamos bien en el refugio los 33”, es la frase más feliz que jamás pensamos leer.

Desde la calurosa noche barcelonesa me entero de esta noticia. Llamo a mi familia que saltan en una pata de alegría. Me meto a twitter y es como si todos los chilenos que sigo estuviesen gritando en el living de mi casa. Es una cosa increíble. Entro a los diarios, veo fotos, la del papelito, los familiares que se abrazan, la bandera por todos lados, leo noticias, escucho al Presidente, a la mujer del minero que lee una carta. Me meto a una radio chilena y escucho testimonios de chilenos contentos, de familiares emocionados, gente que llora, otros que gritan de alegría.

La noticia ya ha dado la vuelta al mundo y aparece en la BBC y todos los diarios españoles. En Chile todos festejan, muchos cantan canciones religiosas en una ronda presidida por un cura, otros tocan bocinas dando vueltas las calles. Nadie da detalles concretos de los siguientes pasos, nadie reporta acciones penales contra los dueños, no leo movimientos en el Parlamento de leyes para acabar con esta precariedad laboral que en septiembre cumplirá 200 años.

Ante el desamparo institucional, llorar y abrazarnos es el ritual que mejor se nos da. La emoción, el llanto, el festejo y todo unidos con la bandera. Es el minuto en que nos sentimos todos en el mismo saco, todos chilenos, sin mediar clases sociales, colegios ni colores. De capitán a paje todos llorando de contentos porque la emoción no tiene precio ni se paga en cuotas y cuando se libera como energía sísmica de cuando en cuando, nos deja con la ilusión de que somos mejores.

Algo habrá cambiado cuando la catarsis nos movilice a cambios más profundos. No basta con llorar, abrazarnos y gritar ¡Viva Chile!. Lo que ha pasado con los 33 mineros sepultados sabemos que no es la primera vez. Mueren más chilenos trabajando que por crímenes de sangre.

No puede ser que año a año la Teletón deje a medio Chile con el mentón tembleque durante 48 horas y los niños minusválidos estén a merced de una fundación y un espectáculo de televisión cuando es tarea de un País. No puede ser que los damnificados del terremoto sigan en carpas en zonas lluviosas y hayan de conformarse con un “VIVA CHILE, MIERDA”. No puede ser que tengamos índices macroeconómicos tan impactantes como nuestra desigualdad social y que nuestra clase media viva con angustia desde que se levanta hasta que se acuesta.

Creo profundamente en que Chile avanza. A su paso lento y prepotente con los más débiles, pero avanza. Quizás en unas décadas más hayamos abandonado la adolescencia. Por mientras, no olvidemos de organizar nuestra rabia, articular nuestro descontento y coordinar nuestras ilusiones.

De maternidad y soledad

Muy pocas veces un cineasta hombre logra retratar el universo femenino. Creo que son ocasiones contadas donde la historia logra eso, ponerse en el pellejo de una mujer, sin maquetas, sin barbies ultra guapas, sin neuróticas plásticas ni lloronas desbocadas. No creo que sea porque no las conozcan, sino que el acento no está en ello. El maestro Éric Rohmer(fallecido a comienzos de este año) nos dejó magistrales películas que consiguieron el prodigio de retratar la incomodidad que habita en la mujeres, esa energía triste, infinitamente más profunda que una simple maña.

Pues ayer ví Madres e hijas (en inglés Mothers and childs) de Rodrigo García. No es el primer trabajo que veo del hijo de García Márquez. Hace muchos años me conmovió con Cosas que diría con sólo mirarla. Luego me alucinó tras la dirección, escritura y producción de capítulos de Six Feet Under, Los Sopranos e In Treatment. En ésta última serie, la apuesta deliberada por la actuación, por el conflicto interno y externo y como se comunica, es magistral. Hay mucha gente es España que me dice que no se la traga, pero ahí opera el factor terapia y así como en el cono sur le sacamos las rueditas a la bicicleta para ir pedaleando al psicólogo, aquí es cosa de locos.

Pues estaba en Madres e hijas y no se asusten que no la voy a contar, sólo una pequeña sinopsis. Es la historia de tres mujeres y cómo enfrentan la maternidad. La primera, Annette Bening, una mujer amarga y desconfiada, marcada por un embarazo adolescente y la posterior dada en adopción de la guagua. Esa niña es ahora Naomi Watts, una mujer marcada por la ausencia parental, sola, fría y controladora, que a los 17 años se liga las tropas para no saber más del tema. Luego está Kerry Washington joven, infértil en el cancino proceso de adopción acompañada de su madre que no alcanza a entender la obsesión maternal de su hija.

Son las historias de tres mujeres marcadas por la ausencia y además por la responsabilidad de la maternidad. Finalmente, si tuviéramos todos los derechos garantizados tanto para abortar, dar a luz o dar en adopción, la maternidad pasaría a ser lo que tiene que ser: un asunto única y exclusivamente de nosotras. Con todo el peso y el simbolismo que conlleva. Aunque suene egoísta, es así de sencillo. Si quiero ser madre puedo hacer mil cosas que el hombre no. Si no quiero serlo, también. La paternidad es maravillosa, pero es tema de otra columna. Y es en esa realidad que se adentra García, dibujando dulces compañeros en nuestro viaje personal lleno de soledad, desasosiego, inseguridad y alegría. Y si bien no me identifico con ninguna de ellas, me las he cruzado muchas veces en la vida y me conmueve poder verlas en una pantalla.

Como decía la madre en Six Feet Under en una de las últimas escenas: “la maternidad es una de las tareas más solitarias”.

Cabezas de pelota y de árbol

Hace años un amigo le estuvo poniendo el hombro a una compañera de casa que acababa de terminar muy dramáticamente con su novio. La paseó y la acompañó a un montón de reuniones con amigas. Escuchó y presenció largamente esas cumbres de mujeres. Y al final de esa experiencia voluntaria llegó a mi casa y me dijo: “es impresionante como las mujeres pueden hablar de mil cosas a la vez y cambian el tema constantemente”.

Lo anterior se me había olvidado hasta el Mundial. Es impresionante como los hombres pueden hablar un mes completo de 22 tipos detrás de una pelota. Y profundizar y teorizar y discutir horas de horas de horas del mismo tema. Todos esto, sin aburrirse, pasándolo chancho.

Una amiga muy culta me comentaba que las mujeres teníamos un sistema de pensamiento rizomántico, es decir, que no sigue una estructura lineal sino que miles de raíces y ramas de las que se desprenden otros temas.

Y es cierto. En mi caso, por ejemplo, es imposible explicar un hecho con una sucesión lineal de los eventos. En las pruebas de alternativas me iba como las huifas y en cambio triunfaba en las escritas. Además, discutir de una misma cosa sin desprender otros temas de allí me agobia mucho.

Admiro, en todo caso. esa capacidad que -me explican- es masculina. Y creo profundamente que una cabeza de pelota con otra de árbol siempre serán buena compañía.

La precariedad laboral es más letal que el crimen

(cc) Ángela Precht

Durante el 2009 se registraron 443 accidentes fatales en los lugares de trabajo; en igual período, los registros -sólo de las mutualidades de empleadores-  arrojaron 191.685 accidentes de trabajo, incluyendo los de trayecto. En el período de enero a marzo del 2010, las vidas perdidas en iguales circunstancias ya ascendían a 155 personas. Los homicidios durante el 2009, producto de los logros en seguridad pública, alcanzaron la siempre triste cifra de 285 personas; sólo las víctimas fatales con ocasión del terremoto y tsunami de febrero pasado, son similares a las laborales en sólo un año.

María Ester Feres, ex directora de Trabajo, para El Mostrador.

Mundo: Un bufón de la política

«Podemos prometer todo, ya que no lo vamos a cumplir», fue el eslogan del Best Party, partido político que en diciembre de 2009 comenzó su campaña hacia la alcaldía de Reikiavic, la capital de Islandia. Y para asombro de todos, ganó a fines de mayo.

Las promesas de esta debutante agrupación, liderada por el comediante Jón Gnarr, fueron desde un Parlamento libre de drogas para el 2020, pasando por osos polares en el zoológico, una Disneylandia en la ciudad, transparencia sustentable, toallas gratis en las piscinas públicas, ayudas sociales a los perdedores, y, para economizar, sólo un Viejo Pascuero, ya que ellos tienen 13.

¿Quiénes forman el Best Party? Un grupo de personalidades -en su gran mayoría artistas- ajenas a la política y criadas, cocinadas y hervidas dentro de la escena punk-rock islandesa de los 80. La misma desde donde nació The Sugarcubes, la primera banda de Björk, y es por ello que uno de sus antiguos integrantes es hoy responsable de cultura dentro de la administración de esta ciudad, que concentra a un tercio de los 320 mil habitantes de Islandia.

No es antojadizo que sean artistas quienes integren este partido. El 4% del PIB de la isla es aporte directo de la cultura: el 1% corresponde sólo a música, tienen 39 editoriales y publican 700 libros al año, algo así como uno cada 500 personas.

No se puede separar el éxito del Best Party de la debacle financiera islandesa. En 2008, esta isla, más cercana a Groenlandia que a Europa, fue la primera gran víctima de la crisis económica mundial, y tras años liderando los rankings mundiales con los mejores niveles de vida, se desplomaron estrepitosamente, pidiendo socorro al FMI. Un informe filtrado por WikiLeaks, los Robin Hood de la información, permitió a los islandeses ver cómo sus principales banqueros habían especulado y trampeado a puerta cerrada a tal nivel, que llevaron la economía a la bancarrota sin pagar ninguna de sus osadías financieras y dejando a sus compatriotas debiendo pavorosas sumas a los acreedores internacionales.

«¿Por qué tengo que devolver un dinero que nunca gasté?», fue la pregunta con que el célebre comediante islandés Jón Gnarr (casado, 43 años, 5 hijos) comenzó una serie de monólogos políticos dirigidos a su país. Ésa fue la pregunta fundacional del partido. La gente comenzó a seguir los delirantes monólogos de Gnarr, hasta entonces célebre cómico local, cerebro tras Georg Bjarnfredarson, un pelado asqueroso, marxista y traumatizado por una madre feminista militante.

Su campaña y apoyo crecían a ritmo de su himno, basado en Simply The Best, de Tina Turner. Finalmente, ganaron las elecciones y al no conseguir mayoría se vieron obligados a pactar, poniendo como condición ineludible que sólo hablarían con los partidos cuyos miembros hayan visto las cinco temporadas completas de The Wire, una serie de TV sobre la corrupción y decadencia de instituciones como la policía, los políticos, los medios de comunicación, etc. Ahí entraron los socialdemócratas.

A pesar que su triunfo fue por sobre todo un voto de castigo, en Reikiavic están contentos con su partido. Como comentaba un funcionario del Ayuntamiento: «Son tipos honestos, que se han hecho a sí mismos, no le deben nada a nadie y eso se agradece».

¿La última aparición pública de Gnarr? Travestido a lo dueña de casa en la pasada Fiesta del Orgullo Gay.

¿Amor?

Tuve una vecina muy enamoradiza que de vez en cuando suspiraba y, casi como una canción, soltaba la pregunta: “¿hablemos de amor?”. Yo tenía 6 años y recuerdo que no sabía ni de lo que estaba hablando. Afortunadamente junto a todas mis amiguitas respondíamos a coro que no.

Pasaron más años y aparecieron los pololeos, los amores platónicos y con ellos las desgracias amorosas. Todos y todas se enamoraban y no había cuaderno sin un corazón que encerraba dos nombres y abajito las iniciales S.A.L. y A.J.O. que, si mal no recuerdo, correspondían a “se aman locamente” y “amor jamás olvidado”. Unos pololeaban, otros sufrían en silencio, otros se divertían mandando cartas o escuchando canciones románticas hasta convertirse en un sólo suspiro y yo con cara de póquer. No tenía idea qué pasaba.

Agobiada de tanta actividad especulativa a mi alrededor comencé a escribir mi nombre dentro de corazones y un signo de interrogación que pretendía bañar con un halo de misterio mi vacío amoroso.

Me empujé al pololeo por curiosidad documental. Tuve amores súper intensos que me exigían escribirles cartas de amor que yo respondía con anotaciones tipo lista de la compra sin tener más recursos que esos. Las cataratas de sentimentalismo que corren por los mares latinoamericanos me parecían tremendamente cursis. No sabía cómo articular el amor de un modo que me hiciera sentido y no conseguía entenderlo.

Entonces lo intelectualicé. Buscaba hombres con un marco teórico que me pareciera moralmente válido o atractivo. Caí en la categoría de personas que declaman que no podrían tener una pareja que escriba con faltas de ortografía o uno rubio o uno que no haya leído a Cortázar o uno que no baile y un sinfín de huevadas que devienen de la tontera y terminan en la neurosis más castrante.

Me fue pésimo. En mi safari amoroso pasé por toda la fauna de imposibles.

Hasta que un día, sin esperar nada, me enamoré. Y de uno que no aparecía en ninguna de mis listas de exigencias, uno que hasta iba en contra de todos los puntos en que debía cuadrar. Pero me enamoré. Fui feliz y amé como no pensé que se pudiera y como es parte del guión, sufrí como una perra, como no había sufrido nunca hasta entonces, de una manera que nunca me imaginé que iba a sufrir y por las razones que nunca se me ocurrió tener que hacerlo.

No encontré consuelo ni en Neruda ni en Franco Simone como tampoco en lo bares. Me sorprendí haciendo cosas y tomando decisiones que no me imaginé capaz y aprendí una cosa fundamental que me marcará para el resto de la vida: en el amor, no hay nada escrito.

Aquí les dejo una de amor:

Acércate a Beatriz Preciado

Debería escribir un libro sobre las entrevistas y reportajes que he hecho y que no me han publicado en Chile. Aunque la lista no es muy larga, incluye a Julieta Venegas y otros personajes de grueso calibre. Pero ninguna me dio tanta rabia como la entrevista que le hice a Beatriz Preciado. No porque la entrevista fue taaan buena, sino que conocer su pensamiento remece conciencias y eso es un deporte realmente sano que constantemente olvidamos. Eso, independientemente si comulgues con algo o no.

Quién es ella, se preguntarán muchos. En una reciente entrevista en El País, la definen así: No es hombre, ni mujer, ni heterosexual, ni homosexual, ni transexual, dice. Brillante filósofa y ensayista, relata su viaje de niña bien de Burgos a icono del movimiento transgénero.

Discípula de Derridá, es una de las intelectuales hispanoamericanas más relevantes dentro de la teoría queer. Filósofa y profesora en teoría de género, de historia política del cuerpo e historia de la performance en la Universidad de Paris VIII, l’École des Beaux Arts de Bourges y el Programa de Estudios Independientes del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA).

 

Me acerqué a ella unos dos años atrás debido a unas jornadas que organizaba en Barcelona, acerca del arte tras los feminismos. Acababa de publicar Testo Yonki, un libro que narra su experiencia tras aplicarse testosterona en gel. L@s dejo con ella que los explica mejor:

“La testosterona, considerada por el discurso científico como una hormona ‘masculina’, es una droga política cuyo uso está regulado por las instituciones médicas y jurídicas. Si te han asignado sexo femenino en el nacimiento, como en mi caso, el único modo de acceder legalmente es declararse enfermo mental, “disfórico de género”, y entrar en un protocolo de reasignación de género. Mi último libro, Testo Yonqui, es precisamente el registro de una experiencia de administración voluntaria de testosterona en gel.”

Antes vino su Manifiesto Contra-sexual, que fue aclamado por la crítica que lo llamó el nuevo libro rojo de la teoría queer. Ahora, en 2010, acaba de quedar finalista en el Premio Anagrama de Ensayo con Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría

A mí lo que más me gustó, es esta preciosa conversación entre Jodorowski y ella, en la que el primero reconoce el miedo que le da ver a alguien tan distinta.

Acércate a Beatriz Preciado
5

avatar_angela Angela Precht hace 2 años
Acércate a Beatriz Preciado

Un pastiche referencial sobre una de las pensadoras más relevantes de las teorías de género actual

(cc) Soft Power

Debería escribir un libro sobre las entrevistas y reportajes que he hecho y que no me han publicado en Chile. Aunque la lista no es muy larga, incluye a Julieta Venegas y otros personajes de grueso calibre. Pero ninguna me dio tanta rabia como la entrevista que le hice a Beatriz Preciado. No porque la entrevista fue taaan buena, sino que conocer su pensamiento remece conciencias y eso es un deporte realmente sano que constantemente olvidamos. Eso, independientemente si comulgues con algo o no.

Quién es ella, se preguntarán muchos. En una reciente entrevista en El País, la definen así: No es hombre, ni mujer, ni heterosexual, ni homosexual, ni transexual, dice. Brillante filósofa y ensayista, relata su viaje de niña bien de Burgos a icono del movimiento transgénero.

Discípula de Derridá, es una de las intelectuales hispanoamericanas más relevantes dentro de la teoría queer. Filósofa y profesora en teoría de género, de historia política del cuerpo e historia de la performance en la Universidad de Paris VIII, l’École des Beaux Arts de Bourges y el Programa de Estudios Independientes del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA).

Me acerqué a ella unos dos años atrás debido a unas jornadas que organizaba en Barcelona, acerca del arte tras los feminismos. Acababa de publicar Testo Yonki, un libro que narra su experiencia tras aplicarse testosterona en gel. L@s dejo con ella que los explica mejor:

“La testosterona, considerada por el discurso científico como una hormona ‘masculina’, es una droga política cuyo uso está regulado por las instituciones médicas y jurídicas. Si te han asignado sexo femenino en el nacimiento, como en mi caso, el único modo de acceder legalmente es declararse enfermo mental, “disfórico de género”, y entrar en un protocolo de reasignación de género. Mi último libro, Testo Yonqui, es precisamente el registro de una experiencia de administración voluntaria de testosterona en gel.”

Antes vino su Manifiesto Contra-sexual, que fue aclamado por la crítica que lo llamó el nuevo libro rojo de la teoría queer. Ahora, en 2010, acaba de quedar finalista en el Premio Anagrama de Ensayo con Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría

A mí lo que más me gustó, es esta preciosa conversación entre Jodorowski y ella, en la que el primero reconoce el miedo que le da ver a alguien tan distinta.

Acércate a Beatriz Preciado

5

avatar_angela Angela Precht hace 2 años

Acércate a Beatriz PreciadoUn pastiche referencial sobre una de las pensadoras más relevantes de las teorías de género actual

(cc) Soft Power

Debería escribir un libro sobre las entrevistas y reportajes que he hecho y que no me han publicado en Chile. Aunque la lista no es muy larga, incluye a Julieta Venegas y otros personajes de grueso calibre. Pero ninguna me dio tanta rabia como la entrevista que le hice a Beatriz Preciado. No porque la entrevista fue taaan buena, sino que conocer su pensamiento remece conciencias y eso es un deporte realmente sano que constantemente olvidamos. Eso, independientemente si comulgues con algo o no.

Quién es ella, se preguntarán muchos. En una reciente entrevista en El País, la definen así: No es hombre, ni mujer, ni heterosexual, ni homosexual, ni transexual, dice. Brillante filósofa y ensayista, relata su viaje de niña bien de Burgos a icono del movimiento transgénero.

Discípula de Derridá, es una de las intelectuales hispanoamericanas más relevantes dentro de la teoría queer. Filósofa y profesora en teoría de género, de historia política del cuerpo e historia de la performance en la Universidad de Paris VIII, l’École des Beaux Arts de Bourges y el Programa de Estudios Independientes del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA).

 

Me acerqué a ella unos dos años atrás debido a unas jornadas que organizaba en Barcelona, acerca del arte tras los feminismos. Acababa de publicar Testo Yonki, un libro que narra su experiencia tras aplicarse testosterona en gel. L@s dejo con ella que los explica mejor:

“La testosterona, considerada por el discurso científico como una hormona ‘masculina’, es una droga política cuyo uso está regulado por las instituciones médicas y jurídicas. Si te han asignado sexo femenino en el nacimiento, como en mi caso, el único modo de acceder legalmente es declararse enfermo mental, “disfórico de género”, y entrar en un protocolo de reasignación de género. Mi último libro, Testo Yonqui, es precisamente el registro de una experiencia de administración voluntaria de testosterona en gel.”

Antes vino su Manifiesto Contra-sexual, que fue aclamado por la crítica que lo llamó el nuevo libro rojo de la teoría queer. Ahora, en 2010, acaba de quedar finalista en el Premio Anagrama de Ensayo con Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría

A mí lo que más me gustó, es esta preciosa conversación entre Jodorowski y ella, en la que el primero reconoce el miedo que le da ver a alguien tan distinta.


Beatriz Preciado Vs Alejandro Jodorowsky von sseress

Y aquí está lo que me contó sobre los feminismos de la 1ª y 2ª ola y la situación actual:

El feminismo la 1ª y 2ª ola se asentaban sobre un sujeto político ‘mujer’ cuyos perfiles eran muy claros. Hacia finales de los ‘80 emerge un feminismo crítico que cuestiona los límites de la noción ‘mujer’ como denominador común de un movimiento político. Afirmará que el género es una construcción cultural y dudará de que esas construcciones sean binarias y puedan actuar como bases de la acción política.
El feminismo de la tercera ola, al que también podríamos denominar queer y postcolonial, va a desenmascarar el carácter blanco, heterosexual, de clase media de ese sujeto ‘mujer’ con el que trabajaba el feminismo hasta entonces. El resultado será la aparición de una multitud de voces disidentes (lesbianas, transexuales, mujeres no blancas, discapacitadas, etc.) que rechazan pensar la lucha política a partir de la oposición hombre/mujer apuntando a otras articulaciones de poder (hétero/homosexual, blanco/racializado, válido/discapacitado, bio/trans, etc.) como posibles vectores de opresión social.

La entrevista entera, aquí.