La ruta de divorcio en Hispanoamérica

Para entender el culebrón que viene a continuación hay que tener presente siempre a la Iglesia Católica. A nuestra región no sólo la une la conquista española y por ende una misma lengua, sino que un credo que recorre kilómetros de ríos, montañas, océanos y se mete hasta en nuestra cama. Y es así que en 200 años de vida independiente, la batalla por la autonomía afectiva empezó en Costa Rica hace 124 años y terminó en Chile hace tan sólo 6.

Buscar cómo empezó el divorcio en Latinoamérica es algo bastante cómico porque, aunque sorprende que casi 10 países hicieron sus intentonas ya en la segunda mitad del siglo XIX (Guatamela hasta dicta una en 1830 que dura tan sólo 8 años), las promulgadas y derogaciones son tan frecuentes como esas relaciones de terminar-volver-terminar-volver.

 

En muchos casos donde se reconocía el divorcio, este no permitía volver a casarse. Como una tarjeta roja en el partido de la vida. Otras veces, te dejaba congelado unos años antes de poder volver a casarte.

Gran parte de los países caribeños son los que impulsan las primeras leyes. Fue Costa Rica en 1886 el primero de todo Hispanoamérica. Me arranco con los tarros y a modo de especulación creo que la sangre caliente y el componente africano pesan para que el divorcio sea tema político desde tan temprano, aplacando la fuerza del clero

Uruguay, en 1907, es el primer país de Sudamérica en tener una ley definitiva, el primero en considerar además a la mujer dentro de las interesadas en requerirlo. Cómica es la primera ley de Nicaragua que establece que el divorcio es sólo lo puede pedir la parte inocente.

La madre patria por su parte, metida en su desaguisado de reyes y reinos, comienza con lo de la indisolubilidad del matrimonio hacia fines de la Edad Media (s. XIII), con el derecho canónico imponiendo esta idea. Si bien en 1931, con la proclamación de la República se discute es legalizada al año siguiente. Pero con con la dictadura moralista y católica de Franco esta ley, y todo liberal de ese experimento que devino en guerra civil, queda derogada y no es hasta 1981 que no tienen una ley. Hoy en día España, pese a ser el segundo país del mundo en exportar trajes de novia, es el que más se divorcia en la Unión Europea. Tienen hasta “divorcio express”.

Bolivia es el penúltimo país en conseguir una ley de divorcio aunque ya tenían una ley pero que no permitía volver a casarse desde 1931. Chile llega al nuevo milenio sin ley de divorcio. En mayo de 2004 se convierte en el último país en permitir que dos personas terminen por la vía legal el contrato conyugal que los une.

No por nada en Israel, cuando quieren decir que algo es definitivo y para toda la vida lo llaman así: matrimonio católico.

Para más información, Miguel Ángel Núñez ha hecho una excelente recopilación de artículos sobre este tema.