Desde 2001 que el festival mallorquín Waiting for Waits (esperando a Waits) ha apostado por conciertos acústicos de calidad, a la espera de que algún día el célebre y oscuro cantante pisara sus escenarios; pero Tom Waits está en España y no incluye las Baleares en su calendario
La primera visita del gran Tom Waits a España se está convirtiendo en algo bastante amargo para sus seguidores. Partiendo por el precio escandaloso y prohibitivo de las entradas que los promotores del espectáculo han fijado. Entre 100 y 140 euros, que deberán pagar hasta los periodistas acreditados para cubrir el concierto. Lamentablemente esto no es novedad en el mundo del espectáculo. Se convierte en una obscena tradición que ataca y discrimina la pasión musical.
Aunque si hay que culpar a alguien, esta vez es al excéntrico maestro de la música americana que exige escenarios reducidos las contadas veces que se le ocurre salir de gira. En el Kursaal de Donosti, sólo caben 1800 personas.
No es por el precio de las entradas por lo que se lamentan en Palma de Mallorca durante estos días. Tomeu Gomila, melómano y promotor cultural, creó hace siete años un festival con el objetivo final de traer a Tom Waits, de quien es admirador. Lo bautizó acertadamente Waiting for Waits (esperando a Waits) y desde su creación, en 2001, ha estado invitando al músico a través de su agencia europea, amén de llevar un interesante cartel de artistas de música americana bajo el compromiso de que toquen algún tema de Waits.
¿Y ahora qué?
Durante estos años han pisado el escenario del Waiting for Waits músicos como Howe Gelb, Dayna Kurtz, Lisa Germano, Kelly Joe Phelps, Stuart A. Staples (Tindersticks), Josh Rouse, Steve Wynn, Andrew Bird, Martha Wainwright, Peter Case o Willard Grant Conspiracy.
Este año el festival tiene su edición más amarga. Waits no los ha incluido en su agenda por mucho que la organización lleva años intentado atraerlo a la isla. «Ha sido descepcionante, por eso hemos hecho entre nuestros seguidores un referéndum para ver qué hacíamos: si cambiar el nombre, si anular el festival. Pero la mayoría absoluta votó por dejarlo todo igual. Muchos nos han dicho que Waits es lo de menos. Finalmente, en una ciudad pequeña como Palma, el cartel que llevamos es muy bueno y muy selecto», cuenta Gomila, apunto de partir a San Sebastián para ver a Waits.
Waits ya los conoce
«La primera vez que Waits supo de nuestro festival fue en 2004. La periodista de la revista Mojo Sylvie Simmons (responsable, entre otros, de la reciente biografía de Serge Gainsbourg) lo fue a entrevistar a EEUU con motivo del lanzamiento de su disco Real Gone. Ella es amiga mía así que hacia el final de la entrevista, off the record, le contó del festival. A Waits le gustó el nombre y sonrió. Nos mandó una postal firmada«, cuenta Gomila.
También cree que el músico John Hammond, que estuvo en el festival mallorquín, le puede haber dado referencias ya que son muy cercanos. Lo más curioso ocurrió en 2006 cuando invitaron a la artista Jesca Hoop al festival y tras sus actuaciones les contó que había sido, durante cinco años, ¡canguro de los hijos de Waits!.
Omar Torrez, guitarrista de la actual banda de Waits, les envió un correo electrónico para animarlos hace unas semanas: «¡Nos encanta España, por ahora no será posible venir a Mallorca, pero no desesperes porque nos encanta España!».
Ni waiting ni Waits
Tomeu Gomila lamenta lo de Palma pero tampoco se atormenta. «Imagínate cómo estarán en Madrid, que deben haber muchísmos más fans de Waits que en Palma. O en Londres donde tocó hace cuatro años tras diecisiete de ausencia, y Londres es la ciudad donde más fans de Waits hay en el mundo».
Sólo lo verá en San Sebastián ya que está en pleno Waiting for Waits que este año tiene como cabeza de cartel a Richard Hawley, a sólo 20 € la entrada, en el castillo de Bellver. Un lugar precioso, «que tiene mucha más historia que Tom Waits», dice entre risas.