Más de 1600 personas lo siguen a través de su cuenta en twitter. Otras tantas miles a través de su genial creación llamada la Blogotheque o en Fiume Nights. Ayer tuve la oportunidad de comentarle a Vincent Moon que me llamaba la atención que no siguiera a nadie en Twitter y me dijo con su mirada encendida: «Oh, sí. Hay que saber manejar las redes sociales y la información. Yo no tengo tiempo para seguir a tanta gente. No me sirve para nada«.
Hoy a las 19ºº estará en el Palau de la Virreina hablando de eso y muchos más. El encuentro lo moderará la genial Elena Cabrera y todo esto ha sido organizado por el inabarcable Isaac Monclús, quien sospechosamente no tiene web para que uno pueda chusmear.
Todo esto dentro de In-Edit Beefeater, claramente.
Arcade Fire tocando en un ascensor, Scott Niblett subiendo unas escaleres, Animal Collective en La Vilette, Beirut en un rellano de Nueva York… Muchos documentales renuncian a algo fundamental en el trabajo de Vincent Moon: filmar lo imprevisible, lo espontáneo, el milagro. Más conocido por los Concerts à emporter para La Blogothèque, este adicto al cine lo fi, apóstol de la libertad de formatos propia de Internet, que estudió fotografía con Antoine D’Agata y Michael Ackerman y que odia los videoclips y la música enlatada, se ha convertido en uno de los realizadores musicales más singulares y más requeridos del panorama actual.
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