Lo dije hace dos añitos y nadie me lo quiso publicar.
Pero como estas cosas vuelven y vuelven, mi nuevo empleador le gustó la idea, lo resucité aquí.
Y bueno, he seguido dándole porque el tema me apasiona.
Y los austriacos me encantan.
Lo dije hace dos añitos y nadie me lo quiso publicar.
Pero como estas cosas vuelven y vuelven, mi nuevo empleador le gustó la idea, lo resucité aquí.
Y bueno, he seguido dándole porque el tema me apasiona.
Y los austriacos me encantan.
En «Código Desconocido», de Michael Haneke (austríaco, cómo no), hay una escena que ilustra muy bien esa violencia cotidiana y la forma en que el vecino se interesa: al escuchar gritos del departamento del frente, una mujer únicamente atina, primero, a bajar el volumen del televisor, y después, a subirlo y seguir planchando.
Qué bien que resultó, lo leí completo, está excelente, un abrazo