Quien es considerado como el mejor chef del mundo, el catalán Ferrán Adriá, aterriza el 15 de febrero en Chile con un concepto que pretende revolucionar la comida rápida: el Fast Good.
¿Tiene sólo 20 o 30 minutos para almorzar? ¿Le tinca una hamburguesa de ternera picada ese mismo día, asada a la parrilla, con queso gorgonzola, rúcula y tomate seco confitado, o mejor un panini de berenjena con tomate, mozarella y salvia acompañado con una ensalada de achicoria, lechuga, alcachofa, pollo y avellanas, o arroz salvaje con cous-cous? Todo esto, tomando con un zumo natural de mandarinas o durazno con azahar y de postre, un helado artesanal de chocolate y un café suizo con espuma de coco. Así es el menú que ha ideado el cocinero Ferrán Adriá para reinventar el mercado de la comida rápida, a la que comúnmente asociamos a fritanga saturada, comida en serie, congelada y descongelada y carente de refinamiento. La idea es comer bien y sano, pero evidentemente que pagando un más que un clásico establecimiento de fast food.
Todo esto en un local moderno, sin olores as comida, de estética bastante pop, muebles plásticos, lámparas y barandillas de acrílico, espacios luminoso, distintos ambientes y dos pantallas gigantes con un canal financiero y otro de viajes. Así es el primer Fast Good ubicado en el madrileño barrio de negocios de Plaza Castilla, que hace poco menos de un año se abrió, en una iniciativa conjunta entre la cadena internacional de hoteles NH y Ferrán Adriá, el mítico cocinero inventor de platos como “deconstrucción de tortilla de patatas”, “caviar de melón” o las “croquetas líquidas”.
Después de su inauguración, hace poco menos de un año, más de 400 solicitudes procedentes de todo el mundo agolparon a la sociedad pidiendo franquicias de Fast Good. Pero la idea de sus creadores no es convertirlo en tal, ya que por ahora desean posicionarse por calidad de comida, coordinada por el equipo de Adriá (quien viaja semanalmente desde su residencia Barcelona a Madrid). Sólo un proyecto se ha aceptado y está apunto de inaugurarse. Y es en Chile, más específicamente en Santiago en la calle Isidora Goyenechea el día 15 de febrero.
La idea original se mantendrá exactamente: el menú será más o menos el mismo, claro que adaptado a la temporada y a los alimentos de nuestro país y la heladería correrá a cargo de NH Hoteles; las reglas de sólo usar alimentos del día, nada con conservantes, ni congelar nada, ni reutilizar el aceite se mantendrán también, lo mismo que la decoración. El sistema es bastante simple, uno entra y toma un cesta metálica en la que va echando desde un congelador abierto la ensalada, la bebida y el postre que desee. Luego, en caja se paga y además se aprovecha para pedir los alimentos calientes que se deseen. Para comer, el espacio es bastante amplio, con mesas para dos personas, barras para quienes tengan muy poco tiempo para comer, una gran mesa redonda para más comensales y otras más bajitas con sillones para que coman cuatro cómodamente. Además, cuentan con servicio de take away. Cada uno de estos espacios están distribuidos y distinguidos con sillas y mesas de distintos tipos y colores. Además, el local dispone de varios ejemplares de la prensa del día, como también de revistas. La música ambiente es moderna, ni mucho ni muy poco, ni tampoco estridente. La decoración ha corrido a cargo de El Atellier de Catherine, aunque todos coinciden con que el rey Midas del momento –Adriá- ha estado encima de cada detalle. Los colores son cítricos y se combinan en gris con el azulino metálico, el amarillo limón y el fucsia, como también el verde manzana.
“Hemos llegado al concepto de Fast Good después de analizar los mercados de distintos países del mundo. Los clientes de negocios tienen poco tiempo para comer pero tienen un creciente interés en cuidarse y comer con calidad”, ha dicho Adriá.