Pienso en el jaleo antitabaco globalizador. En el apretón de manos de George Bush padre con Sadam Hussein. Y una serie de fotos contradictorias del tipo «la historia me juzgará».
Y luego pienso que una de las frases que más me gustó en el docu de Strummer fue algo así como:
«Los no fumadores no deberían tener derecho a disfrutar de las obras de quienes fumamos».
Luna, un okupa chilena amante del punk ochentero, tenía un parche en la espalda de su chaqueta que decía «Si no se le meten, no se meta». Ella, de Ñuñoa, tiene el pelo corto, pantalones negros (o atigrados) bien apretados, buen cuerpo y pestañas encrespadas (aunque quizás se las encrespó para ese carrete). Cuando llegué me dio un beso cuneteado y me pareció muy simpática, mucha onda, mucha opinión. La vi como buscando que la comprendieran y eso fue un poco contradictorio con su parche… Pensando el domingo, un poco encañado, que la vida es cambiante, que la historia juzga en un determinado momento y más aun pensaba que mientras esté vivo no hago historia sino presente y no tengo derecho a juzgar sólo a vivir… porque las aristas son muchísimas y los artistas también.
Ha! no fumo, y Luna me pareció muy bonita, femenina, interesante, no me la imagino en su casa okupada con sus amigos (uno con ventaja como dijo, pero que ya lo había decepcionado). Es cosa de límites. No hay que juzgar sino delimitar. Si estás en mi límite bienvenido/a.