Por una votación de 51 votos a favor y 21 en contra en la cámara de Diputados, más una votación de 23 votos a favor y 6 en contra, en la cámara del Senado, se aprobó lo que ya es conocido en el mundo como la Ley de Privatización del mar, que consiste en entregar a las quebradas empresas salmoneras miles de hectáreas de mar y tierra firme para que estos espacios sean entregados en “prenda” a la banca extranjera con quienes la empresa del salmon mantienen deudas multimillonarias.
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