Pasarela Cibeles: LA MEZCLA BASTARDA

Híbridos de sport y noche, lanas con satines, ropas militares en transparencias son los estilos que se impondrán este otoño-invierno 2003. Vuelven las pieles y los cueros, las minis cortísimas, y la ropa cercana al cuerpo. Así, una mixtura de formas y tendencias nunca antes imaginadas es la propuesta española al frío europeo.

Las pasarelas de Londres, París, Nueva York y Milán son sin duda las más conocidas a nivel internacional. Pero desde hace un tiempo España avanza a paso firme por el competitivo mundo de la Alta Costura adquiriendo relevancia en la moda mundial. No en vano ocupa ya el 5° lugar en la producción textil del continente y la industria aporta un 5% del PIB español.
Marcas como Zara, MNG y Don Algodón ayudaron a abrir las puertas para que la moda española se hiciera masiva y el mundo prestara atención a la península. Luego, los nombres de Purificación García, Josep Font o CUSTO BARCELONA comenzaron a sonar fuerte y ya consagraron la Alta Costura ibérica a nivel internacional.
Con una propuesta femenina, cómoda y sofisticada, el diseño español aprovecha la mezcla cultural de su territorio – atravesada por lo latino y lo árabe- y se presenta como una moda mucho más cercana a culturas como la nuestra. La sobriedad española se ve reflejada en las formas de sus diseños. Así se confirmó en la Pasarela Cibeles, la Madrid Fashion Week. Siete días donde los diseñadores más importantes de la península marcaron la pauta de lo que será la próxima temporada otoño-invierno.
Con una cifra histórica de participación en el certamen, treinta diseñadores dejaron en claro que las mezclas serán las reinas de este otoño. Combinaciones de telas y texturas en un radical cruce de estilos y evocaciones.

MEZCLAR ES LA CONSIGNA
Híbridos de sport-noche: buzos de satín con taco alto, pantalones a medio camino entre el smokin y el buzo de gimnasia (al incorporar rayas a los costados), o los clásicos números en las camisetas deportivas hechos de lentejuelas o de perlas. También triunfan los pantalones pitillo de cintura muy alta al estilo tailandés y el look militar, que incluso volverá con los abrigos y gabardinas de colores verde caqui y tostados. La mezcla invade las terminaciones imponiéndose la asimetría que se verá en polleras y vestidos.
Dentro de toda esta variedad, los 30 diseñadores hispanos coincidieron en usar todo tipo de materiales para sus modelos. No se reprimieron para combinar lo hasta entonces incombinable, satines con lanas, gasas en ropa deportiva e incluso militar. La ropa que se acerca al cuerpo con satines, gasas están acompañadas de algodones gruesos, cueros y tejidos lanosos o pieles.
Esa fue la apuesta del madrileño Jesús del Pozo quien lió textiles como la gasa y el fieltro- haciéndolos ver como si fuera su unión natural- y gasa y terciopelo, otro material que se verá mucho este otoño invierno. Sin embargo, del Pozo obvió la tendencia a la ropa sumamente ajustada y las súper mini faldas, presentando una colección que viste y no desnuda a la mujer. Cintas de gasa que surcan el tejido, nudos que envuelven el cuerpo, frunces que crean asimetrías y una combinación insólita de tejidos y texturas siguiendo esta apología a la mezcla que define la temporada.
El terciopelo se vio también en las colecciones del catalán Andrés Sardá y Kina Fernández, donde ambos utilizaron bordados con terciopelos y sobre ellos.
Kina Fernández, la más sofisticada, supo combinar el lujo moderno con la discreción, prefiriendo tonalidades más oscuras, partiendo del café o rojo intenso, hasta los verdes del bosque.

MILITAR
Atravesados por el clima bélico que se respira en el mundo, la moda militar se deja ver esta vez en soportes más livianos; en evocaciones marciales que no se terminan de definir. Fue esa la propuesta del vasco Modesto Lomba (Devota& Lomba) quien llenó su desfile de vestidos caquis en telas ligeras con guiños combativos, trajes blancos con cinturones de kárate y abrigos de manta con cinturones. Colores verde oliva con detalles dorados, azules tinta, rojo sangres y negros que Lomba imprime sobre lanas vírgenes, rasos de lana, organdíes y sedas.
Desde Vietnam que la moda militar no estaba tan presente en las pasarelas. Más de tres décadas después esta influencia vuelve como una protesta a la amenaza de una próxima guerra. Este estilo bélico se repitió en los pantalones de Roberto Verino, quién también mostró un híbrido entre noche y día con moda sport sobre raso.

TRANSPARENCIAS
También regresan fuertemente las transparencias en gasas, tules y tejidos. Todo mezclado. El más atrevido en esta tendencia fue el catalán Andrés Sardá con su lencería fina, evocando a las Pin Up Girls. Sin pudores apuesta por una arriesgada mezcla de ropa interior como exterior combinando tules casi transparentes con bordados de trazos gruesos y muselinas contrastadas con encajes transparentes. En una gama de colores malva, cafés, nácar, como también los clásicos blanco, negro y rojo trae una colección que demuestra que la sensualidad no está reñida con el confort.
Angel Schlesser jugó en sus diseños con las transparencias en una colección marcada por los volúmenes en contraste: ceñidos y despegados, pantalones estrechos y amplios; faldas tubo o con tablas.

REVIVALS
Así como las mezclas textiles están presente en todos los diseñadores, las evocaciones a décadas pasadas también son características de esta temporada. Mientras Sardá basó sus diseños en la década de los 50 y otros en los 70, éstas se cruzan en un curioso revival ochentero que desde hace unas temporadas se está empezando a sentir. Pantalones de satín con puño a distintas alturas, el regreso de las pieles al cotidiano y la alta noche son una prueba de ello. Las polémicas pieles se lucen en chaquetas, abrigos o simples aplicaciones arriesgándose a los activistas que no repararán en derramar un tarro de pintura sobre ellas. Jesús del Pozo, Roberto Verino, Andrés Sardá, Angel Schlesser, Julie Sohn… , casi todos los diseñadores apostaron por las pieles.
Los pantalones con puño tan vilipendiados en los noventa tienen su gran acogida este otono-invierno. Fue la diseñadora coreana radicada en Barcelona, Julie Sohn la que más los hizo lucir en una colección incolora pero no insípida. Su fuerte fueron los bombachos ajustados la pantorrilla con tres trabas y los pantalones anchos como faldas, bajos de cintura. Predominan los colores negro, blanco, plateado y oro viejo para una serie de trajes de inspiración asiática. Todo en zapatos de taco bajo que por primera vez firmaba ella.
Los años 70 aparecen en abrigos y vestidos de corte imperio. Así lo mostró Roberto Torretta y su colección a medio camino entre lo naif y lo sexy. Además, un uso inusual del cuero al rebajarlo de tal manera que permite ductilidad del tejido.

COLORES
Sin duda toda la gama de caquis y verdes son los colores que se impondrán esta temporada, quizás influidos por los aires marciales que inundan las pasarelas. Tostados y cafés en distintas intensidades y los clásicos de siempre, negro blanco y rojo son los preferidos por los diseñadores. Presentes en estampados lisos, bordados y distintos tejidos. Además de malvas en vestidos y blusas.

LAS SÚPER MINIS
El largo es cortísimo. Vuelve la minifalda en gloria y majestad. Está presente en vestidos y polleras que contagian las casacas y los tops. Esta tendencia eliminó a los abrigos y chalecos largos que tanto abundaron el pasado otoño. Estos son reemplazados por casacas muy cortas, abrigos tres cuartos cruzados, de cuellos altos o escotes. Se permiten también largos hasta la rodilla pero jamás hasta el suelo.
Así se vió claramente, sobretodo en la colección de Devota&Lomba, donde las minis fueron casi un abuso.

LA OTRA
Caso aparte merece Agatha Ruiz De La Prada, la reina del pop. Como siempre mandándose sola, hizo un desfile de colores primarios, contrastes en las combinaciones y mezclando estrellas con lunares y rayas. Los fucsias, verdes, turquesas, rojos se mezclaron sobre fieltros, algodones y tejidos de punto grueso. Ponchos y chaquetones, grandes piezas geométricas que envuelven el cuerpo de la mujer y un sin fin de medias de colores eléctricos. En todo caso, todos comentaron que era su colección más ponible en años.

España está dentro de los cinco destinos favoritos de los turistas chilenos. Además, es lejos el país más demandado por lo que viajan a Europa. Así es que aquí van las direcciones de estos diseñadores para quienes tengan la oportunidad de pisar suelo español este año:
Agatha Ruiz de la Prada, Marqués de Riscal 8, Madrid (34- 913 104 483)
Ángel Schlesser, Claudio Coello 46 1°, Madrid (34- 914 354 869)
Devota&Lomba, Castelló, 14, Madrid (34-914 319 354)
Jesús del Pozo, Almirante 9, 2° derecha, Madrid (34-915 319 049)
Julie Sohn, Bolivia 340, Barcelona. (34- 932661561)
Kina Fernández, Claudio Coello 75, Madrid (34-914262420)
Roberto Verino, Serrano 33, Madrid (34- 914260475); Paseo de Gracia 68 Barcelona (34- 932419480).
Montecinos Alama, Trinitarios 12, Valencia (34-963 912 844). Montecinosalama@intermoda.es)
Andrés Sardá, Barcelona (34- 932 081 460)
Roberto Torretta, Madrid, (34- 913 190 720)

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