No creo que haya barrio berlinés que no tenga algún muro con el rostro de este hombre pintado con plantilla y que abajo se lee STASI 2.0
El sábado miles de manifestantes se colocaron la cara del Primer Ministro alemán Wolfgang Schäuble y marcharon a paso de quien va a perder el tren (se ve que así es la tónica) el trozo que va desde la Puerta de Brademburgo hasta Alexander Platz por la avenida Unter den Linden, una de las más importantes de la capital alemana.
Las pancartas, con esa síntesis maravillosa de quién está cabreado por la ley, reclamaban contra la pronta puesta en marcha de las leyes antiterroristas europeas que, desde el 1 de enero, permiten al Estado guardar todos los datos electrónicos (mails, chats, búsquedas por internet) y conversaciones telefónicas de las personas por, al menos, entre 6 y 14 meses.
Además de los millones que gastarán en poner en marcha tal aparato de vigilancia, adiós a pillar drogas teléfono, despotricar con furia contra los grandes poderes (Atención Ibéricos), navegar por internet con curiosidad morbosa. TE ESTÁN VIGILANDO Y TODO LO QUE HAGAS PUEDE SER USADO EN TU CONTRA BAJO EL CRITERIO DE UN IMBÉCIL CON INICIATIVA.
El paquete legal da al Estado el derecho de enviarle a las personas un virus – troyano gubernamental- a su correo electrónico que permitirá leer lo que el usuario digite y así poder burlar los programas encriptados.
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