Aterriza en Barcelona Inoxidable-Neopop, una plataforma teórico-plástica ideada por artistas chilenos que investigan la estética pop de la región en un laboratorio que se reinventa en cada edición en distintas ciudades. Primero fue Santiago con 14 mil visitantes, luego Buenos Aires y ahora Barcelona, en una de las galerías de pop art más importantes de la capital catalana.
Cuando Gigi R. Harrington, directora del Festival de Arte Contemporáneo de Barcelona (BAC!) y reconocida agitadora cultural viajó a Chile vio un arte que en su ciudad se había perdido hacía unos siete años. Los artistas de Inoxidable-Neopop desplegaban sus obras en la sala Gasco, entre una cocina pulcra y un living recargado de guiños pop, con obras de firmas falsas, imágenes sacadas del comic, sonidos reciclados y reconocibles, técnicas clásicas, graffiti y hasta una pantalla que proyectaba Inoxidable TV, un conjunto de trabajos visuales que fueron haciéndose durante los dos meses de exposición y que ahora se puede ver en Matucana 100.
Harrington vio que ese colectivo usaba el mismo método que ella procura en el festival. “Es la misma fórmula de laboratorio que un artista empieza una obra y otro la termina”, comenta desde Barcelona.
Viajó junto a Íñigo Martínez, curador de la galería Iguapop, responsable de rescatar una cultura de la calle tan viva como vulnerable a los vaivenes políticos. “En Santiago se vive un muy buen momento creativo, hay gente con ganas de hacer cosas, hay mucha actividad y energía”.
Un año más tarde, Inoxidable Neopop está en Barcelona luego de pasar con su laboratorio por la galería bonaerense Braga Menéndez.
La idea nació de los artistas chilenos Jorge González Lohse, Mario Z y Víctor Hugo Bravo. Los precedía el haber curado Cambio de Aceite, una exposición colectiva realizada en el MAC, que revisó la pintura chilena de la dos últimas décadas del siglo XX.
“Paralelamente, hicimos un ejercicio de ver qué temáticas del arte se habían estudiado o no en Chile, y qué nos había influenciado. Nos dimos cuenta que la abstracción y el pop estaban cojos de cierta forma”, cuenta González Lohse. Armaron un grupo de artistas relacionados a la estética pop para reflexionar de manera plástica y teórica dentro de un laboratorio que circunscribieron al ámbito doméstico. Buscaban investigación colectiva y para enriquecerse y minimizar egos optaron no sólo por artistas si no arquitectos, diseñadores, performers, etc. y así “hacerlo más experimental. No hay que hacer obras personales, que las hacemos igual pero las cruzamos con los diferentes trabajos del resto de la gente”, comenta Mario Z desde el taller barcelonés donde trabajan desde hace tres semanas artistas residentes seleccionados por Harrington y el grupo de chilenos que viajó a BCN.
A propósito convertirán la galería pop en un museo durante dos meses exhibiendo las “arqueologías del proyecto”, juguetes, instalaciones, pintura al muro y otras obras como FUTPOP, un taca taca con ET, Darth Vader y Mickey Mouse del catalán Juan Cardosa. “Es igual la cultura que tengas porque al final todos terminan hablando de fútbol”, comenta.
“El pop iberoamericano es un sentir un pensar, problemas políticos, de distribución económica y eso se traduce en obras”, reflexiona González Lohse y Mario Z agrega: “Lo que se hace ahora se hace en todo lados, la información llega a todo el mundo. Es más un tema de dinero y auspicios lo que limita la obra. Pero los proyectos se pueden parecer mucho en Tombuctú o en Chillán. El pop es todo lo que hay. No hay nada que lo restrinja”.
La siguiente estación de Inoxidable-NeoPop será Bogotá a mitad de año.