LA MALÉFICA INFLUENCIA DE LOS IMANES

pintada en un muro de barcelona
La siguiente historia no se trata de radicales islamistas ni de líderes religiosos musulmanes henchidos de fanatismo. Los protagonistas de esta historia no alientan a fanáticos a suicidarse desde un garaje clandestino. Los imanes tan vilipendiados en este relato no son ni de carne ni de hueso sino que están hechos de una lámina magnética y una pegatina y se pegan en las neveras. Porque eso es lo que son: imanes para la nevera.

Sucedió comienzos de este mes. Teníamos todo preparado para entrar en el mercadillo de la rambla del raval que se inaguraba justo ese fin de semana. Habíamos presentado el dossier con nuestros productos y el ayuntamiento de BCN, que confiere la licencia al mercado, había dado el visto bueno a nuestro trabajo. El martes de esa semana recibí una llamada del presidente del mercadillo diciendome que desde el ayuntamiento le decía que no podían ir los imanes con pintadas en los muros. Le repliqué con humor, porque nunca pensé que semejante boludez fuese muy en serio, que gran parte de mi trabajo va de eso, fotos ya sea de graffitis o de rayados con frases curiosas. Nos reimos y quedamos que el día de la inaguración no pondría los que les jodiera a las autoridades como «POLÍTICOS PARÁSITOS».
El viernes, justo el día antes de la inaguración del mercado, fuimos a la rambla del raval a conocer el espacio de la carpa que nos había tocado. Todo estaba en orden hasta que un funcionario municipal, Gerard Capó para ser exactos, me dijo :«los imanes que contengan fotografías de pintadas no pueden ir». Muy amable le expliqué que yo sólo sacaba fotos de esas pintadas como también de pancartas que cuelga la gente protestando. «¡Pancartas tampoco!» , espetó el funcionario y acto seguido, la rastrera que estaba a su lado (que luego me enteraría que paradojalmente era la encargada de comunicaciones) agregó severa: «En un mercado Municipal, no pueden haber imágenes que vayan en contra de las políticas del ayuntamiento». Asunto cerrado. El trabajo de tres años al carajo porque a un funcionario se le ocurre asignarle un valor propagandístico a un imán para la nevera.
Luego vinieron largas esperas mientras la Asociación de Artesanos intentaba negociar con el Ayuntamiento, con el fantasma de la no renovación de la licencia del mercado para el próximo año volaba por encima.
Dos fines de semana sin trabajar por la falta de una respuesta oficial fueron suficientes para que fuera personalmente a hablar al Ayuntamiento. Les llevé todos los imanes, les hablé de censura, de libertad de expresión, de una realidad barcelonesa que existe y que yo no promuevo sino que registro. Me dijeron que esa misma semana me contestarían, que no pasaría otro fin de semana para que yo pudiese trabajar o no. Pero al poco tiempo declararon que debía esperar otra semana más para una resolución oficial. Entonces apareció David Placer.
(si te interesa saber qué pasó, pincha los siguientes links)

Primer Articulo de El Periodico de Catalunya
Segundo Articulo de El Periodico de Catalunya
Tercer Articulo del Periodico de Catalunya

Si te interesa ver las fotos pincha los siguientes links:

FOTOS DE GRAFFITIS Y PINTADAS
OTRAS FOTOS

3 pensamientos en “LA MALÉFICA INFLUENCIA DE LOS IMANES

  1. que tremenda es la censura, que fuerza inmensa hay en ti. bravo! (por ti).

  2. No lo puedo creer, en qué estaban pensando esos hombrecillos de trajes locos. Quñe gracioso que les haya salido todo el tiro por la culata, siempre es así : )
    Ahora sí que van a boomear esos imanes en todos los refrigeradores!

  3. Su Pluma es casi tan grande como su energía y nunca menor que su talento. Cariños desde Chile..

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